Viaje de ida y vuelta a Estambul, Antalya y Capadocia

Si buscas algo especial y extraordinario, éste es el mejor paquete para una breve visita a Turquía, que incluye Estambul, Antalya, Konya, Capadocia y regreso a Estambul. Si reservas este viaje, podrás visitar Estambul, la región mediterránea y Anatolia Central. Un recorrido ideal para los amantes de la historia, la cultura, el mar y la arena.

PUNTOS DESTACADOS DEL VIAJE
Estambul: una de las principales ciudades de Turquía, a caballo entre Europa y Asia a través del Bósforo. Su centro histórico refleja las influencias culturales de los muchos imperios que una vez gobernaron aquí. En el barrio de Sultanahmet, el hipódromo al aire libre de la época romana fue escenario de carreras de cuadrigas durante siglos, y también se conservan obeliscos egipcios. La emblemática Santa Sofía bizantina tiene una imponente cúpula del siglo VI y raros mosaicos cristianos.
Antalya: Antes de que Antalya se convirtiera en uno de los mejores lugares de veraneo de Turquía, era la antigua ciudad de Atalia, fundada durante el periodo helenístico y que más tarde pasó a formar parte del Imperio Romano. Por ello, el casco antiguo de Antalya es uno de los monumentos más importantes que hay que visitar, pues se remonta a su rico pasado.
Konya: ciudad situada al sur de Ankara, en la región turca de Anatolia Central. Es un destino de peregrinación para los sufíes, centrado en la tumba del fundador de la orden Mevlana, Jelaleddin Rumi, en el Museo Mevlana. El Centro Cultural Mevlana, al este del museo, es donde se celebran las ceremonias de la sema y de los derviches. La mezquita de Alaeddin, del siglo XII, está rodeada por los verdes parques de la colina de Alaeddin.
Capadocia: región semiárida del centro de Turquía conocida por sus sorprendentes "chimeneas de hadas", altas formaciones rocosas en forma de cono agrupadas en el Valle de los Monjes, Göreme y otros lugares. Otros yacimientos notables son las casas de la Edad de Bronce excavadas en las paredes del valle por los habitantes de las cuevas, que más tarde fueron utilizadas como refugios por los primeros cristianos. Hay numerosas iglesias rupestres en el desfiladero de Ihlara, de 100 metros de profundidad.