Sal temprano de Agadir, dirigiéndote hacia el interior a través de diversos paisajes. Tu primera parada es en Taroudante, a menudo llamada "la pequeña Marrakech", donde podrás admirar sus históricas murallas y el animado ambiente local. Continúa hacia Taliouine, la capital marroquí del azafrán, donde los campos de la preciada especia colorean la región y le dan fama mundial.
Tras unas horas de viaje, detente a comer en Taznakht, ciudad famosa por sus cooperativas de tejedores de alfombras bereberes. A continuación, el viaje te lleva por Foum Zguid, puerta del desierto, donde termina la carretera asfaltada. Aquí comienza la aventura mientras atraviesas las llanuras pedregosas del Sahara y pasas junto a un yacimiento de fósiles que cuenta historias de tiempos antiguos.
Conduce a través de la reluciente extensión blanca del lago Iriki, un lago salado desecado que se extiende sin fin bajo el sol, creando un paisaje desértico surrealista. A última hora de la tarde, llegarás a las inmensas dunas de Erg Chigaga, que se elevan majestuosas desde el árido suelo del desierto y siguen siendo el hogar de familias nómadas con sus rebaños de camellos.
Disfruta de un paseo en camello para contemplar la puesta de sol sobre las dunas doradas, pintando el Sáhara con colores siempre cambiantes. La cena se servirá en tu campamento del desierto, seguida de una noche inolvidable en una tienda nómada o bajo el cielo estrellado en el corazón del vivac.