Excursionismo al Manaslu - paquete de excursionismo en el Himalaya

Al salir del Aeropuerto Internacional Tribhuvan de Katmandú, ves un cartel con una cara sonriente que te da la bienvenida a la tierra mágica de Nepal. Has tenido un largo vuelo, y ahora ves las vistas y sonidos de bienvenida de unos amigos aquí en la ciudad. Estos nuevos amigos son de Himalayan Planet Adventures, la principal empresa de trekking y viajes del país. Te llevan en coche privado a tu hotel para que te relajes del largo vuelo. Más tarde, visitarás por fin la sede internacional de Himalayan Planet Adventures, donde conocerás a tu guía y al equipo directivo para hablar de tu próxima aventura en el Trekking del Circuito del Manaslu. Por la noche, disfrutarás de una cena especial de bienvenida en tu honor. Comenzarás con una deliciosa comida nepalí para degustar. La cena promete ser una explosión epicúrea, ya que los diversos sabores de la cocina nepalí tentarán tus papilas gustativas. A la cena le sigue un programa cultural antes de regresar a tu hotel y acostarte.

Enclavado en las estribaciones del poderoso Himalaya se encuentra este gran valle que alberga miles de años de historia y cultura. El valle de Katmandú es más grande que el país de Singapur y presenta una atractiva colección de templos, ciudades, pueblos y granjas. El Valle está rodeado por las altas colinas que lo circundan y está bien regado por los numerosos ríos que lo atraviesan en su camino para unirse con el sagrado río Ganges en la India. El Valle alberga siete lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que reflejan su historia política y religiosa. Hoy tendremos tiempo de visitar sólo tres de esos lugares. Por la mañana, viajaremos al lugar hindú más sagrado de todo Nepal: Pashupatinath. Aquí, a orillas del sagrado río Bagmati, hay casi 500 templos hindúes dedicados a una miríada de deidades. Los fieles son incinerados en los ghats de sus orillas, y sus cenizas se mezclan con el agua sagrada del Bagmati. Hombres santos enseñan a los fieles, vestidos con sus túnicas azafranadas. Desde aquí nos dirigimos a Boudhanath, la estupa budista más grande de Asia. Pasamos la tarde recorriendo la antigua ciudad de Bhaktapur, con sus templos y su antiguo palacio real.

¡Hoy es un nuevo día y el comienzo del viaje a la región del Manaslu! Nos levantamos temprano y, tras desayunar, te llevamos en vehículo privado al pueblo de Arughat Bazaar, a orillas del río Budhi Gandaki. El río nace en la región del Manaslu y nos servirá de mapa mientras remontamos el río para llegar a las laderas septentrionales de la montaña. El viaje es muy agradable, ya que cruzamos el paso para salir del valle de Katmandú y luego serpenteamos por las curvas de entrada al valle del río Trisuli. Cruzamos el río por la carretera de Dhading y luego nos abrimos paso por un camino de tierra que lleva a Arughat. Atravesamos pequeñas aldeas y granjas. Esta región se conoce como el Valle Bajo del Rubí. Al norte de aquí se encuentran las montañas Ganesh Himal, que se han hecho populares como nueva zona de senderismo. Continuamos hasta llegar a Arughat. Es un gran bazar y el pueblo principal de la región, donde la gente viene a comprar provisiones. Pasaremos aquí la noche tras unas siete horas de viaje.

Nuestro viaje nos lleva hacia el norte por la orilla oeste del río Budhi Gandaki. Este río es tan salvaje que no puede ser domado ni por el más experimentado de los balseros de aguas bravas. Fluye y cae en cascada sobre grandes rocas con una furiosa espuma blanca, proclamando su poder aquí en el Himalaya. Sin embargo, a lo largo del camino, encontraremos varios pueblos de pescadores que pescan lo que nada valientemente contra esta poderosa corriente. Podemos tomar la estrecha carretera hasta la aldea de Soti Khola, donde terminará cualquier parecido con una carretera. Es un terreno bastante llano con más granjas diminutas. Al llegar a Soti Khola, cruzamos un estrecho puente colgante. A partir de aquí, la zona empieza a volverse más accidentada, con granjas que ahora se asientan en terrazas en las empinadas colinas. Este valle fue esculpido por las poderosas aguas del Budhi Gandaki. El sendero inferior es más fácil, pero no siempre transitable durante la estación de los monzones. Nuestro destino es la pequeña aldea de Lapu Besi, donde vislumbramos por primera vez el monte Manaslu.

La altitud de Arughat Besi es inferior a la del valle de Katmandú. En gran parte del trekking que estamos haciendo, nos encontramos en realidad en biosferas subtropicales con su propia variedad única de vida vegetal. Vamos ascendiendo cada día a mayores elevaciones a medida que seguimos a lo largo del río. Cruzaremos el río dos veces por largos puentes colgantes. Escucha los sonidos de las campanas de latón. Esto significa que se acercan los trenes tirados por burros que transportan mercancías dentro y fuera de las montañas. Mantente en la ladera del sendero mientras dejas pasar a los burros. No son peligrosos, pero pueden ser cascarrabias, pues no les gusta ceder su parte del camino. El burro de cabeza siempre va adornado con joyas y telas de colores mientras los jóvenes lo arrean hacia delante. Conoceremos a muchos de los lugareños que recorren estos senderos. No los recorren por placer, como nosotros, sino porque son las "autopistas" del Himalaya, por las que circula todo, desde mercancías hasta personas. Fíjate en los niños que van a la escuela. Los niños mayores a veces caminan hasta tres horas en un sentido para llegar a las escuelas que imparten cursos superiores. El tiempo de caminata es de 7 a 8 horas.

Este es el último día de trekking a través de aldeas mientras ascendemos hasta la aldea de Philim. Nuestro destino se encuentra a la misma altitud que el valle de Katmandú. El viaje en sí atraviesa un país bastante sorprendente, con una historia y un paisaje fascinantes. Éste es principalmente un país budista y pasaremos junto a muros mani. Se trata de muros de roca con inscripciones de las palabras del Señor Buda. Muchas llevan aquí cientos de años y conmemoran algunos acontecimientos memorables de la vida del tallador. En Tatopani hay una fuente termal. La ecología de la zona de Tatopani es única, ya que el agua caliente gotea por los lados del acantilado. Pasamos por el pintoresco pueblo de Jagat, con sus calles de losas. Podemos encontrar delicioso pescado en Machhakholagaon, así como momo hecho de queso de yak. Desde Jagat cruzamos el Budhi Gandaki para llegar al lado este. Aquí el sendero asciende abruptamente para llegar a Philim, el último pueblo de importancia hasta que lleguemos al norte del Manaslu. Es el pueblo más grande al norte de Arughat, con espléndidas vistas del valle del Budhi Gandaki. La duración del trekking es de 6 a 7 horas.

Desde aquí hacia el norte, habrá muy pocos pueblos. Éste es sin duda el recorrido sin tierra y puede que a veces te sientas bastante solo. Podemos observar a las águilas sobrevolando en círculos mientras se elevan por las corrientes térmicas. Se oye el grito del halcón. El único pueblo por el que pasaremos es Salleri, que es muy pequeño, pero tenemos una vista maravillosa del monte Sringi Himal (7.187 m de altitud). Tras varias horas, llegamos a una bifurcación del sendero. El que va a la derecha te llevará al valle secreto de Tsum, que estuvo cerrado al mundo exterior hasta 2008. Tomamos la bifurcación de la izquierda, que sigue a lo largo del Budhi Gandaki. Aquí el río se ha vuelto mucho más estrecho al cruzar el puente sobre el río Syar, que desemboca en el nuestro. El sendero nos ofrecerá una fabulosa vista del Paso antes de atravesar un profundo corte rocoso, excavado en las escarpadas paredes del acantilado. Nuestro viaje nos llevará a Deng, la primera aldea del pueblo tibetano. La duración del trekking es de 6 a 7 horas.

Hoy es un cambio de paisaje y cultura, ya que la tierra empieza a parecerse cada vez más al Tíbet. Las tierras al norte del monte Manaslu fueron colonizadas por gentes del Tíbet que emigraron aquí hace más de 1000 años. Fueron capaces de domar esta tierra hostil, creando granjas productivas. Los principales cultivos aquí son el trigo sarraceno, las patatas, la col y la cebada. A diferencia del Tíbet moderno, al norte de nosotros, aquí la gente ha mantenido su cultura y su devoción al Dalai Lama. Pasamos por el pueblo de Bih al cabo de 3 ó 4 horas, al adentrarnos en un estrecho valle. Nos detenemos a almorzar en el pueblo de Ghap, situado a ambas orillas del Budhi Gandaki. Aquí el río es lo bastante estrecho como para salvarlo con un puente de madera en lugar de los más impresionantes puentes colgantes que hay río abajo. Podemos ver el monte Manaslu al sur junto con una serie de picos nevados, todos ellos de más de 7.000 metros de altura. Manalsu tiene 8.163 metros de altitud y dominará definitivamente el horizonte. Acamparemos en el pueblo de Namrung para pasar la noche.

Hoy seguimos subiendo en altitud para llegar a nuestro destino de Sama Gompa. Viajamos por la antigua carretera de la sal, utilizada en el pasado para traer la preciada sal del Tíbet al norte. Estamos a sólo un día de viaje del Tíbet y muchos lugareños siguen recorriendo esta ruta. Gran parte de los productos que vemos a la venta en el mercado proceden de China y no de la India. Pasamos por el pueblo de Sama Gaun, uno de los más grandes de la región. Aquí hay una hermosa gompa o monasterio budista que visitaremos. Los habitantes de la región viven como lo han hecho durante cientos de años. El tiempo se ha detenido para ellos. Mientras que el Tíbet ha experimentado la "revolución cultural" de los chinos del norte, esta tierra permanece intacta, compartiendo su singular y antigua cultura tibetana con los pocos visitantes que llegan aquí cada año. Exploraremos el pueblo antes de encontrar un lugar donde acampar para pasar la noche. El tiempo de caminata es de unas 7 a 8 horas.

Ayer cruzamos la marca de los 3000 metros, lo que nos obliga a tomarnos un día para que nuestros cuerpos se adapten al aire más fino de la montaña. Aquí el aire es mucho más fino y empezamos a tener dificultades para respirar. Hoy detenemos nuestra marcha para explorar los alrededores de Sama Gompa, haciendo algunas excursiones de un día. Al hacer un día de aclimatación, podemos protegernos de los efectos del Mal Agudo de Montaña (MAM). Se trata de una enfermedad real y, si no se trata adecuadamente, puede ser mortal. Afortunadamente, la buena noticia es que no necesitamos ninguna medicación elaborada ni cara. Nuestro cuerpo tarda aproximadamente un día en adaptarse. El pueblo de Sama Gompa es una gran aldea tibetana. Experimentaremos una fantástica cocina tradicional tibetana, además de hacer una corta caminata hasta un mirador para contemplar el monte Manaslu en todo su esplendor. La gente de aquí llama al Manaslu "Montaña del Espíritu" y lo venera como a una deidad. Es una caminata fácil hasta nuestro mirador, donde podemos demorarnos, hacer fotos o simplemente apreciar la belleza de la región del Manaslu.

En realidad no estamos tan lejos de la aldea de Samdo, pero la mayor altitud, así como el aire extremadamente seco, nos obligan a caminar más despacio de lo que hemos estado haciendo. Ganaremos mucha altura, así que nos lo tomaremos con calma, aprovechando el tiempo para admirar la inmensa belleza de la región. Cada paso que demos nos revelará más y más el horizonte del Himalaya. Samdo es uno de los pueblos más remotos de Nepal. Tiene una población de unas 200 personas, todas ellas dedicadas a la agricultura local. El sendero asciende a veces por las granjas en terrazas, que están conectadas por pequeños senderos estrechos que escalan los lados de las terrazas. Estas terrazas demuestran el ingenio del pueblo tibetano, que encontró la forma de crear estrechas franjas de tierras de cultivo llanas en algunas de las tierras más inhóspitas que se puedan imaginar. El río Budhi Gandaki se ha estrechado hasta convertirse en sólo un gran arroyo. Encontramos en Samdo una casa de té básica. El alojamiento no es gran cosa, pero la comida será sana y resistente. Samdo es el último pueblo antes de llegar al paso de Larkya-La, el punto más alto de este trekking.

Dejamos atrás Samdo y nos adentramos en la salvaje campiña del Himalaya. Ésta es la tierra más allá de la civilización. Hemos dejado atrás la arboleda hace un par de días, y ahora dejamos atrás las granjas. Pasaremos por las ruinas de la aldea de Larkya Bazaar. En los tiempos en que los mercaderes recorrían este camino desde el Tíbet, la aldea prosperaba. Una vez que los comerciantes dejaron de viajar al Tíbet a por sal, la aldea se secó hasta que, hoy en día, está vacía de gente. Nos sentiremos extraños mientras caminamos por las calles barridas por el viento de un lugar deshabitado. Seguimos subiendo a medida que nos acercamos al glaciar Larkya, cuyas aguas de deshielo crean el Budhi Gandaki y otros arroyos. Caminamos despacio a esta gran altura hasta llegar al pequeño albergue llamado Larkya La Guest House. Se construyó para dar servicio a los senderistas que suben a la cima del paso de Larkya La. Es el último lugar antes de la travesía de mañana. Dormimos bien y tomamos una comida caliente. El tiempo de caminata es de unas cuatro horas.

La caminata desde Larkya Phedi, donde se encuentra nuestra casa de huéspedes, hasta la cima del paso es un sendero gradual y sinuoso que se abre paso hasta la cumbre. Larkya-La es el paso que atraviesa las laderas prohibidas de la región del Manaslu. Es un paso alto, que nos dará la vista más fenomenal de todas las montañas. En una dirección está la cordillera del Manaslu; en la otra, los poderosos montes Annapurnas con el monte Annapurna I, la 10ª montaña más alta del mundo. El viaje nos llevará más allá de la morrena del glaciar y al Valle de la Ablación, en el lado norte del glaciar Larkya. Desde aquí, nos detendremos a menudo para maravillarnos ante los picos nevados que dominan el horizonte. Una vez en la cima del paso de Larkya La, nos tomamos un merecido descanso para disfrutar de la belleza natural. Desde aquí, ahora es cuesta abajo hacia el pueblo de Bimthang (3.700 m de altitud). Bimthang es un valle amplio y llano donde podemos encontrar un lugar para acampar por la noche. En Bimthang hay mani-muros y casas abandonadas. El terreno es demasiado inhóspito para soportar asentamientos a largo plazo.

¡Hoy empezamos a ver árboles de nuevo! El sendero por debajo de Bimthang nos lleva ahora por debajo de la línea de árboles y nos encontraremos con fragantes bosques de pinos, abetos y rododendros. Aquí arriba hay pastos de verano, conocidos localmente como kharkas. Aquí los hombres y sus hijos vienen durante los meses de verano con sus cabras y ovejas para que puedan pastar las hierbas dulces que crecen en abundancia aquí arriba. A lo largo del camino, hay maravillosos afloramientos donde contemplar las agradables vistas de esta región alpina. Los prados están llenos de flores silvestres que florecen en muchos colores diferentes, y cada vez podemos ver más picos de la famosa región del Annapurna. Es un paseo fácil hasta nuestro lugar de almuerzo cerca de Karche. Tras nuestro almuerzo, seguimos descendiendo pasando por el asentamiento estival de Goh. Por debajo de Goh, volvemos a encontrar las granjas en terrazas del Himalaya. Empezamos a encontrarnos con una serie de pequeñas aldeas, que nos recuerdan que la civilización se encuentra en los niveles más bajos de la región. Pasaremos la noche en la aldea de Dharapani, que se cruzará con el sendero principal del Circuito del Annapurna.

Hoy termina nuestro trekking. En el pueblo de Dharapani, podemos recoger un vehículo para llegar a nuestro destino de Beshishahar, donde pasaremos la noche. El viaje se realiza en transporte local y no es rápido en absoluto. Se trata de carreteras de montaña accidentadas por las que iremos dando tumbos. Pero la buena noticia es que no tenemos que recorrerlas a pie. Descendemos mucho en elevación. Estas carreteras locales atraviesan aldeas locales. Viajamos en jeep, aunque si es temporada de monzones de verano, puede que no haya jeep disponibles. Aun así, tenemos algunos paisajes bonitos mientras seguimos a lo largo, arroyos de corriente rápida que se mueven hacia el sur aquí en la región de los Annapurnas. El viaje en jeep dura unas cinco horas hasta llegar a nuestra casa de huéspedes en Beshishahar.

La carretera desde Beshishahar mejora a medida que nos dirigimos hacia la carretera principal entre Pokhara y Katmandú. Es mucho más fácil viajar desde aquí, ya que esta zona es la sede de la región de Lamjung de los Annapurnas. Es desde aquí donde comienzan los trekkings tradicionales del Circuito de los Annapurnas. Hemos completado la ruta menos transitada, y nos dirigimos hacia el este para llegar a Katmandú. Volvemos a encontrarnos con el río Trisuli en Mugling, donde cruzamos un puente colgante sobre el río mientras balseros de aguas bravas pasan por debajo de nosotros. La carretera asfaltada serpentea hasta Katmandú, cruzando el puerto y volviendo a la ciudad. Llegamos a nuestro hotel, donde nos quitamos la ropa sucia para darnos una ducha caliente. Por la noche, celebramos una cena de despedida con nuestros amigos de Himalayan Planet Adventures, donde brindamos por nuestro éxito de los últimos 16 días. Sin duda, repasamos las fotos digitales que hemos hecho con nuestras cámaras, compartiendo el momento con el guía y el personal. Por la noche, nos tumbamos en una cómoda cama de hotel y pronto nos quedamos profundamente dormidos en la quietud de la noche del Himalaya.

Sabías que este día tendría que llegar, y hoy te sientes bastante triste por dejar atrás la mágica tierra de Nepal. Los lugareños afirman que los Himalayas son dioses y sus espíritus parecen llamarte para que vuelvas. Sólo has visto una parte muy pequeña de esta tierra de fábula. Antes de partir hoy hacia tu próximo destino, asegúrate de hablar con tus amigos de Himalayan Planet Adventures sobre un viaje de regreso. Himalayan Planet Adventures puede organizar viajes adicionales al Himalaya. Esto puede incluir el Monte Everest, la región de Terai con sus Tigres Reales de Bengala, o incluso un viaje al Tíbet, Bután o más allá. Todo está en el ámbito de las posibilidades. Así que, ¿por qué no planear volver a la tierra mágica llamada Nepal, en el corazón mismo de las montañas más altas del mundo? Nepal te llama para que vuelvas a casa, a las montañas.