Nápoles, enclavada bajo la atenta mirada del Vesubio, es una bulliciosa ciudad italiana conocida como la cuna de la pizza; aquí no faltan pizzerías, desde tiendas galardonadas hasta carritos callejeros de comida que venden Pizza a Portafoglio, una pizza que se sirve doblada como una cartera, lo que facilita comerla sobre la marcha. La ciudad combina un animado ambiente urbano con un significado histórico, lo que la convierte en un destino fascinante.
Lo más destacado
- Pompeya y Herculano: Explora las antiguas ruinas de estas ciudades conservadas por la erupción del Vesubio, que ofrecen una visión de la vida romana.
- Museo Arqueológico Nacional: Alberga una de las colecciones más impresionantes del mundo de artefactos grecorromanos, incluidos exquisitos mosaicos y esculturas.
- Lungomare y Castel dell'Ovo: Pasea por el pintoresco paseo marítimo de Nápoles y visita el emblemático castillo costero para disfrutar de vistas panorámicas de la bahía.
Día 2: Tren a Sorrento (1,5 horas)