8 días Roma, Split y Dubrovnik.

Cuando llegues a Roma, también conocida como la Ciudad Eterna, un vehículo privado estará listo y esperando para darte la bienvenida y llevarte a tu hotel.

Mientras te diriges al hotel, podrás hacerte una idea de por qué Roma se considera el epítome de la riqueza histórica del mundo occidental. Tienes el resto del día libre para relajarte y disfrutar de la capital italiana a tu aire.

Tras disfrutar de un delicioso desayuno, tendrás todo el día para explorar Roma a tu ritmo. Con innumerables opciones a tu alcance, puedes optar por pasear a pie, visitar magníficos monumentos, darte el gusto de ir de compras o saborear la cocina local, que ofrece una amplia variedad de platos de pasta, verduras, carne y pescado.

Roma ocupa un lugar especial como epicentro de la religión católica y ostenta la mayor concentración de tesoros históricos y arquitectónicos del mundo. En 1980, Roma, junto con las propiedades extraterritoriales de la Santa Sede dentro de la ciudad y la Basílica de San Pablo Extramuros, fue inscrita con todo derecho en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Por la mañana disfrutarás de un delicioso desayuno y luego tendrás el resto del día libre para apreciar y deleitarte con la belleza de esta maravillosa ciudad.

No dejes de visitar los monumentos imprescindibles, como el Coliseo y el Foro, ni de pasear por las vibrantes plazas romanas adornadas con cautivadoras fuentes.

Por la noche, puedes disfrutar de una cena de tu elección y relajarte con una noche de sueño rejuvenecedor en tu hotel.

Después de disfrutar de tu desayuno, serás trasladado al Aeropuerto Internacional de Roma a la hora indicada para tu vuelo a Split.

A tu llegada a Split, te recibirán y te llevarán a tu hotel. Tendrás tiempo libre para explorar Split por tu cuenta.

Split está considerada una de las ciudades más bellas de Croacia. Es la segunda ciudad más grande del país y ofrece una amplia gama de opciones turísticas culturales, históricas y diversas, como actividades acuáticas y senderismo.

Tras tomar un desayuno completo, podrás explorar la vibrante ciudad mediterránea de Split a tu propio ritmo.

La historia de Split tiene ya 17 siglos de antigüedad, desde el momento en que el emperador romano Diocleciano decidió construir su Palacio justo en la península, cerca de la gran ciudad romana de Salona, donde quería pasar los últimos años de su vida. Durante estos 1.700 años, el Palacio se convirtió poco a poco en una ciudad, que hasta el día de hoy atrae con su rica tradición, su gloriosa historia y la belleza de su patrimonio natural y cultural.

El Palacio de Diocleciano y todo el núcleo histórico de Split figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979, y no sólo por la extraordinaria conservación del Palacio, sino también porque el Palacio y su ciudad (o la ciudad y su Palacio, si lo prefieres) siguen viviendo una vida plena. Todas las capas históricas de la antigua Roma, de la Edad Media hasta nuestros días, siguen visibles y vivas en esta estructura. Un paseo por la ciudad antigua te lleva a través del tiempo, a lo largo de los grandes ejemplos de arquitectura antigua como el Peristilo, la Iglesia románica de la Edad Media y el Palacio gótico, los portales renacentistas de las casas de los nobles, las fachadas barrocas y la arquitectura moderna magníficamente fusionadas en el rico patrimonio.

Hoy, tras un completo desayuno, deberás dirigirte por tu cuenta al punto designado para tomar tu transporte a Dubrovnik, la Perla del Adriático.

A tu llegada, irás por tu cuenta al hotel. El resto del día es libre para empezar a explorar.

Hay muchos lugares hermosos en el mundo. Sin embargo, los habitantes de Dubrovnik afirman que su ciudad es la más bella. Un cálido clima meridional, amplios cielos azules, un mar cristalino verde esmeralda y azul oscuro que toca la costa rocosa y se derrama en numerosas calas y bahías sobre playas de arena y escarpados arrecifes decorados con la más exuberante flora mediterránea y subtropical.

Tras un tranquilo y fabuloso desayuno, tendrás el día libre para disfrutar de "La Perla del Adriático".

Dubrovnik es una ciudad amurallada que data del siglo VII, llena de contrastes y fusión que sigue encantando a sus visitantes. Paseando por el recinto amurallado, rememoraremos cientos de años de historia. Sus murallas y torres se consideran el principal atractivo de la ciudad, y desde allí podremos captar impresionantes fotos panorámicas.

No debes perderte una visita a la Iglesia de San Blas (1715), situada en el corazón de la ciudad, la calle Stradun, arteria principal de la ciudad, donde encontraremos bares y tiendas, y también el Monasterio Franciscano y su iglesia (siglo XIV), sede de la farmacia más antigua del mundo.

Para seguir explorando la historia de la ciudad, recomendamos visitar el Palacio Sponza, que data del siglo XVI. También podemos dar un paseo en funicular hasta el Monte Srđ para disfrutar de las vistas y tomar una buena taza de café.

Después del desayuno, te trasladaremos al Aeropuerto Internacional de Dubrovnik para que embarques en tu próximo vuelo.