Tras nuestra llegada al aeropuerto de Oporto, uno de nuestros vehículos nos trasladará al hotel.
El resto del día será para que nos relajemos y empecemos a disfrutar de esta maravillosa ciudad, ideal para explorarla a pie, sumergiéndonos de lleno en sus callejuelas llenas de historia y nostalgia.
Oporto es un verdadero deleite para la vista, una ciudad que puede cautivarte desde el primer momento, gracias a sus colinas, sus casas decadentes pero mágicas, y especialmente gracias al barrio de Ribeira, desde donde podrás admirar una vista increíble y los barcos que pasan bajo el Ponte Dom Luis I, una construcción de hierro realizada por un estrecho colaborador de Gustave Eiffel.
La ciudad no es grande, y si no fuera por sus empinadas colinas, sería fácil llegar a pie a todas partes. Sin embargo, paseando por las estrechas callejuelas de la ciudad, tendrás la oportunidad de admirar la vida cotidiana, con la ropa tendida y las escaleras que conducen a barrios donde el tiempo parece haberse detenido.